BARRA DE PESTAÑAS

18 jun 2012

21 Marzo 2012- Nong Khiaw- Provincia de Luang Prabang- LAOS


Después de pasar unos días increíbles en el pueblo de Muang Ngoy, aunque me hubiera quedado muchísimos más, decidí seguir al resto de viajeros con los que había estado hasta entonces. Como ya he explicado anteriormente,  a veces es duro quedarse solo en el camino, aunque estés cómodo y el sitio te guste, algunas veces uno necesita cambiar o variar los planes por poder disfrutar un poco más de la compañía de gente que conoces de muy poco tiempo y con las que has compartido una corta e intensa amistad, una confianza e incluso una confidencia o dos. 
Bajamos por el rio Nam Où durante 40 minutos desde Muang Ngoi y llegamos a la primera señal de civilización desde que habíamos salido de Muang Khua hace casi 1 semana, un puente de hormigón enorme. Nos bajamos en el mini desembarcadero y en la zona de espera de los barquitos nos encontramos con unos chicos franceses que había conocido un par de noches antes en Muang Ngoy, una de las chicas, China-Vietnamita, hablaba perfecto español y me explicó que ellos continuarían hasta Luang Prabang, a unas cuantas horas en barco siguiendo por el rio. Nos recomendaron un hostal que decían era barato y limpio, al otro lado del rio, por lo que fuimos directamente para allá. 
Al llegar, Sarah y yo nos cogimos una habitación con 1 cama doble, mientras que Adriá, Linda y Janne compartieron la otra habitación que había libre, con 2 camas simples. En el hostal, nada mas llegar, conocimos a Fred, un francés de Niza, que viajaba con una bola de contacto (estas bolas de cristal o metacrilato, donde con un juego de manos parece que la bola está flotando en el aire), y un slack line (cuerda de equilibrio, como una cuerda floja). Fred era amigo del grupo de los franceses que nos habíamos cruzado en el desembarcadero, y como iba solo se juntó a nosotros.  Ese mismo dia aprovechamos para ir a comer, intentar conectarnos a internet, y sobre todo conseguir POR FIN, sacar algo de dinero, ya que estábamos en las minimas y rascando de bolsillos para pagar en Muang Ngoy.
                Por la tarde decidimos irnos todos a caminar un poco, nos habían contado que había unas cuevas no muy lejos de ahí, caminando por un camino de tierra que subía al lado del rio, en direccion a Muang Ngoy. Cruzando campos de arroz, bananeros y tabaco, subimos por la montaña hasta entrar en una de las antiguas cuevas que fueron utilizadas por los soldados de Laos durante la guerra secreta contra EEUU. Como prueba incluso habían dejado a propósito una antigua metralleta, rota en dos piezas, la cual pesaba MUCHO, y con carteles explicaban para qué servía cada galería de la cueva. Después de estar por ahí un rato, quisimos asegurarnos y bajar de la montaña y llegar al camino antes del anochecer, para evitar perdernos y tener que caminar en la oscuridad total del camino. Tuvimos suerte, ya que a mitad de camino, una furgoneta como de cristalero (pero sin la estructura) aceptó llevarnos a los 6 en la parte de atrás, por lo que llegamos súper rápido y sin problemas. Esa misma noche cenamos en el hostal, y conocimos a dos parejas, una de australianos y la otra de americanos, que viajaban semi-juntos, gente increíblemente simpática y abierta. Uno de ellos, el chico de Australia, bebía whisky con serpiente. En esta zona de Asia, aunque supongo que en todo Asia será así, es muy común encontrarse whisky con una serpiente dentro de la botella. En este caso se trataba de una pequeña cobra. Al parecer, al macerar el reptil en cuestión, se liberan ciertos jugos, y el proceso del alcohol coge un sabor difícil de explicar. Acepté su oferta y probé el alcohol en cuestión, y debo decir que me supo bastante bien; fuerte, pero con buen sabor.  Antes de irnos a dormir, decidimos que al dia siguiente nos iríamos todos por la mañana, en el barco de la mañana, en dirección a Luang Prabang, probablemente la ciudad más conocida de Laos, patrimonio de la humanidad por la UNESCO y uno de los puntos más visitados de Laos. Bajaríamos por el rio Nam Où, y entroncaríamos con el rio Mekong, un viaje de unas 6 a 8 horas, hasta llegar a nuestra siguiente parada. 























14 abr 2012

18,19,20,21- MUANG NGOY- La perla escondida- Provincia de Luang Prabang- LAOS


Bajamos por el rio Nam Où durante 5 horas hasta llegar a un pueblecito en medio de las montañas, un sitio espectacular, Muang Ngoy. Por el camino habíamos visto miles de aldeítas, con niños bañándose saludándonos al barco todo el rato, pasado entre montañas cársticas, de la nada unos pedruscos enormes que se erigen dominando los valles por los que cruza el rio, verde a más no poder y una luz increible. Muang Ngoy es una aldea enana, en la que por mucho que no haya ningún tipo de conexión con la civilización( ni carretera ni cables de electricidad), excepto por el rio, si que han llegado los turistas, y prueba de ello son la cantidad de guest houses, de todos los estilos, que hay. Aún así no habia mucha gente asi que me tomé mi tiempo para encontrar un buen guest house barato y con buen ambiente. Nick, el alemán de Oudom Xai estaba también en el barco y habia encontrado un buen guesthouse al final del pueblo, donde decidí quedarme finalmente. 3 bungalows, manejados por un matrimonio Ki y Phen y sus hijos Xua (tigre) y Singh(león).  Esa misma noche nos invitaron a una barbacoa delante de los bungalows, sentados sobre un tronco de palmera y comiendo pollo (brochetas de pinza de bambú) a la brasa. Ahí conocí a Dennis, un viajero eterno de unos 50 años que vive entre India y el resto del mundo, pasando 1 mes al año por su Bélgica natal.
Al día siguiente Ki nos invitó a una fiesta local en la que unos vecinos de la aldea celebraban la visita de sus familiares de Vientián. Nos acercamos, bien provistos de Beer Lao( cerveza nacional) y Lao lao (alcohol casero hecho a base de arroz y que beben todos como locos). Fué muy gracioso estar en una celebración así ya que no es lo normal para un farang estar en estos eventos. Con un teclado electrónico, unos altavoces de tamaño de festival de música, y un micrófono, la fiesta esta servida ( con mucho mucho lao lao por supuesto). Los bailes son simples, en círculos junto a tu pareja (ni mirarla hace falta) y moviendo solamente las manos, y pies para caminar en círculos, el baile está servido.
Otro de los días fuimos a hacer una pequeña ruta de treking hasta los pueblos que estaban dentro de las montañas. Caminando durante 1 hora se llega a Ban Na, una aldea muy pequeña que colinda con la jungla, rodeada de campos de arroz (en esta época secos). Antes de llegar a Ban Na se pasa por una cueva en la que no dudamos meternos. En el barco habíamos conocido a Adrià, un chico español que viajaba con dos chicas, una holandesa, Janne, y una austriaca, Linda.Tambien habíamos conocido a un francés, Ben, que venia viajando solo desde Vietnam, fuimos los 7 juntos al final. La cueva me encantó, hicimos un poco de espeleología y llegamos hasta un rio interno, y aunque no se veía nada mas de lo que alumbraba nuestras linternas, era todo muy bonito.  Comimos en Ban Na y decidimos continuar hasta la cascada, la cual las señales prometían que estaba a 5 minutos. Pero 5,son 50, y en 1 hora todavía no habíamos encontrado la cascada, y habíamos ya pasado otro pueblo y estábamos dentro de la jungla, decidimos darnos media vuelta y volver al pueblo antes de que anocheciera.

También pude descansar y como dirían mis hermanos, hacer un poco el hippie. Me construí un bansuri (flauta de bambú) con un trozo de bambú que conseguí por ahí, y estuve tocando, o intentándolo, un rato. Leí y descansé todo lo que necesitaba, listo para proseguir mi viaje al dia siguiente. Después de 4 dias en Muang Ngoy, la mayoría de gente que habia conocido se iba, por lo que decidí seguirles, a veces se hace duro decir adiós  a gente que solo conoces de 1 semana, por lo que continué con ellos hasta Nong Khiaw, el siguiente pueblo, a 1 hora bajando por el rio Nam Où. 



















16,17,18-3-2012- Muang Khua- Provincia de Phongsali- LAOS





Para salir de Muang La decidimos intentar la opción de ir en autostop. Yo ya lo había intentado antes en Tailandia y según me habían comentado en Laos también era  posible y bastante fácil. Johan decidió irse hasta Oudom Xai para conseguir conexión a internet y quedamos en que nos veríamos en Muang Khua, nuestro próximo destino. Sarah y yo cogimos los macutos y empezamos a caminar por la carretera, pasamos por delante de la cantina donde habíamos tomado desayuno todos los días, para despedirnos de la tendera, una señora simpatiquísima. Al entrar vimos que estaba haciendo una sopa de noodles, pero con grandes gestos de dolor en el brazo. Al hablar con ella nos comentó ( con gestos) que se habia roto el dedo hace un tiempo pero que le volvia a doler, observamos que la mano estaba hinchada. Saqué mi grandioso botiquín, que si no fuera por mi madre no tendría ( Gracias Mamá!). Le inmovilicé el dedo con un palo y una benda y le explicamos que tenia que volver al médico pronto. La señora nos lo agradeció inmensamente y proseguimos con nuestro camino.
Fuera del pueblo, intentamos durante  45 minutos parar los pocos a ningun coche que pasaban por ahí. Al final, un grandioso camionero que se dirigía con su mujer hasta Muang Khua (nuestro destino) nos acogió en su camión y juntos recorrimos el increible camino hasta Muang Khua. Pueblecitos de casas de bambú y madera a las orillas del rio y en las colinas. Mil tonalidades de verde y una luz cegadora todo el camino, mi sonrisa no podía ser más sincera, que bello país.
Llegamos a Muang Khua y el conductor nos dirigió hacia la zona de más movimiento de gente, el centro neurálgico. Ahí, en un recodo de una carretera que acaba en un rio a 100 metros de ese mismo punto, encontramos un guesthouse.Dentro, estaban Charly y Raphael. El primero un francés afro que venía de vivir 1 año en Australia, y el segundo un brasileiro que estaba viajando desde hacía un tiempo.  Tenían buena onda y decidimos quedarnos en el guesthouse, que era barato también.  En Muang Khua también conocimos a dos canarios que venían bajando el rio Nam Où…EN KAYAK HINCHABLE!... yo me quedé de piedra. Según dicen se han hecho ya 4 o 5 rios, y van a continuar hasta donde puedan con el kayak, durmiendo en pueblecitos perdidos sin carreteras, donde no ha parado un extranjero nunca, y viviendo con la gente del pueblo o en su tienda de campaña al borde del rio, tiene que ser INCREIBLE hacer algo así, sin duda me han picado con las ganas de probarlo.
Muang Khua es una ciudad colocada en la confluencia de dos ríos , el Nam Ou y el Nam Phak. Rodeado por agua y vegetación, se ha convertido en la parada de muchos viajeros que vienen de Vietnam o de Luang Nam Tha, lo que hace que pese a que es un pueblo pequeño, es un pueblo con mucho movimiento. Prueba de ello es el pedazo de puente que están construyendo encima del rio Nam Phak.  El pueblo se alarga hasta el otro lado del rio Nam Phak, y conectado por un puente colgante peatonal (y para motos…) se llega al barrio del pueblo Khamu. Muang Khua también es el lugar donde vamos a coger el nuevo método de transporte a añadir en mi lista, EL BARCO! Lejos de ser un ferry, un pequeño barquito largo, con capacidad para 15 personas nos bajará hasta Muang Ngoy, otra de las supuestas perlas de este país.
Paseos por el pueblo y baños en el rio fue lo que hice durante estos 3 dias en Muang Khua.  Uno de los días fuimos a bañarnos en el rio, donde habían un monton de chavalines de unos 6 a 12 años, comencé a jugar con ellos y a hacer un poco el loco y estuvimos riéndonos un buen rato. A grito de FARANG ( extranjero) y golpes en mi pecho, a modo gorila, les tiraba al agua y se me tiraban encima para tumbarme,  se morían de la risa, y yo también. Otro de los días me fui yo solo a dar un paseo por el pueblo, vi que en el final del pueblo había una plataforma a modo de puente, conectando los dos lados del rio Nam Où, un método bastante poco eficiente, pero que le da magia a este lugar. Camiones enormes hacen cola para cruzar al otro lado, de uno en uno. Volviendo por el otro río me encontré con otro grupo de niños, esta vez mucho más pequeños, de  4 a 6 o algo asi. Se me acercaron corriendo para hablarme y pedirme que les hiciera fotos, y ahí empezó una de las sesiones de fotos mas divertidas de mi vida. Todos posaban poniendo caras, montándose unos encima de otros, y empezaron a pedirme la cámara para hacer fotos y tirarse encima de mi mientras. Estuve un buen rato con los enanos, y al final les seguía la bola ( los que me conoceis sabeis que estoy un poco loco) y comenzamos a jugar, como no habia mucho para jugar, empezamos a recoger todo el plástico que habia por la zona. En 2 minutos habíamos recolectado una buena montaña. El juego me hizo pensar en cómo estos niños no han recibido ningún tipo de educación en cuanto a qué hacer con su basura plástica. Sin darse cuenta la tiran al suelo como si fuera cualquier cosa, pero sin saber que ese pedacito de plástico se quedará ahí hasta el fin de la eternidad, ya que aquí no hay gente que se dedique a limpiar. Es súper necesario que estos niños reciban educación de manejo de residuos, y a modo de juego podrían aprender desde una edad temprana a, simplemente, no tirar el plástico.  Después de jugar un rato con los niños, y ganarme el cariño de todos los locales de la zona que me sonreían cariñosamente volví a nuestro guesthouse, donde dos nuevos miembros habían llegado. Esa misma mañana nos habíamos cambiado de guesthouse, a uno que estaba al otro lado del rio, en la zona Khamu, un guesthouse sin el ruido de la calle, y encima (literalmente) del rio Nam Phak. El dueño del nuevo guesthouse nos ofreció una grandiosa cena por buen precio y nos pusimos las botas de comida, para quedarnos hasta tarde hablando de todo un poco.
En general Muang Khua me ha encantado. Pese a que es un pueblo con bastante movimiento, es fácil encontrar lugares calmados y alejados del gentío. Pocos turistas, o poco visibles por lo menos, y en resumen, otra parada genial en Laos!