Salí de Chiang Mai alrededor de las 8:30 de la mañana en direccion hacia Chiang Khong, el pueblo que hace de paso fronterizo entre Tailandia y Laos. 7 horas de viaje hasta llegar a Rio Mekong, uno de los 5 rios mas grandes del mundo, y sin duda el rio mas importante en el sudeste asiática. Para cruzar el rio tuve que cogerme un barquito que me llevara hasta el otro lado, y una vez ahí, después de esperar media hora a que me arreglaran la visa, comencé a ver mis posibilidades. La mayoría de viajeros, en cuanto cruzan la frontera, cogen un barco que dura unos 3 dias hasta llegar a la ciudad de Luang Prabang. Yo por mi parte, decidi cogerme la segunda opción mas comun entre los viajeros, y dirigirme a Luang Nam Tha. Tuve suerte ya que no tuve que esperar ni media hora para que saliera el minibús que nos llevaría hasta Luang Nam Tha, donde podría descansar y estudiar mis posibilidades en Laos. En el viaje del minibús conoci a una chica francesa de mi edad, Sarah, que venía de viajar con su novio por Indonesia y Tailandia , y habia decidido continuar sola mientras su novio se tenia que volver a Francia.
Al llegar a Luang Nam Tha conoci a Johan, otro francés, amigo de Sarah, que nos resumió brevemente la oferta de guest houses disponibles. Encontramos un hotel que resultaba bastante barato si compartías habitación, asi que Sarah y yo no dudamos en juntarnos y dormir ahí, una habitación como de hotel propiamente dicha. Dimos una pequeña vuelta por el pueblecito, y comimos un pato muy rico en el mercado. Comenzamos a hablar y resultaba que tanto Johan y Sarah, que se conocían del dia anterior en Chiang Rai, y yo, íbamos a coger la misma dirección, pero con tiempos distintos, ya que ambos solo iban a estar alrededor de 2 semanas en Laos, cuando yo iba a estar 1 mes. Sin duda antes o después nos tendríamos que separar, pero para comenzar , no estar solo y haber encontrado buena gente, parecían argumentos suficientes como para que nos juntaramos y viajaramos juntos hacia el norte de Laos. De camino pude observar que Laos no iba a tener nada que ver con Tailandia y sus edificios modernos, con sus infraestructuras preparadísimas y su turismo exacerbado. Laos por otro lado presenta casas de bambu, aldeas pequeñas en los valles entre las montañas, a pie de carretera, poca civilización y poca modernización. Metodos tradicionales y pasados, pero increíblemente bonitos.
A la mañana siguiente decidimos cogernos un autobús directamente hasta OudomXai, ya que Johan, que llevaba una guía, nos habia hablado de un pueblecito pequeño a 20kms al norte de Oudom Xai. Luang Nam Tha no tiene nada fuera de lo común de por si, la ciudad no es que sea muy grande y sin duda me recordó de nuevo al mismo tipo de ciudad de India, aunque una centesima de basura y gente en la calle en comparación con un pueblo en India, pero el mismo ambiente con un poco de polvo constante, edificios bajos, grises y con mucha vida en la misma calle, con utilización de métodos mas rurales y como ya lo defino en mi cabeza: “mas reales.”
Cogimos el autobús y llegamos a Oudom Xai pero aun asi la siguiente ciudad tampoco tenia ningun atractivo, bastante fea y con poca oferta de cosas que hacer o ver. En la ida conocimos a una pareja de chavales de 18 años franceses,y a Nick, un alemán que habia vivido 1 año entre Tailandia y Laos y hablaba un poco del idioma local.En un principio habíamos decidido ir juntos a Muang La, la aldea a la que íbamos, pero al final ellos decidieron quedarse en Oudom Xai para aprovecharse de las comodidades de estar en una ciudad con internet y más posibilidades de comunicación y acceso a dinero. Nosotros cogimos un tuk-tuk y llegamos a Muang La, donde solamente habia una sola guesthouse, y un hotel pequeño de medio lujo. Parecia un pequeño pueblo de carretera, pero nada mas dejar las bolsas decidimos bajar al rio, y sorpresa al ver que la mayor parte del pueblo estaba de hecho al otro lado del rio. Las vistas eran increíbles, con un rio precioso, una puesta de sol brutal y la gente local bañándose en el rio y en las aguas termales que llegan a esta zona gracias al hotel, que ha construido una cañería desde el manantial de agua y ha creado una pequeña piscina de agua termal para el uso de sus clientes…pero que acaban usando todos los locales, y nosotros!
Muang La es un pueblito enano, con calles sin asfaltar, mas que la que pasa a las afueras del pueblo, todas las calles son de piedras o de tierra. Hay dos ríos que confluyen a las orillas de esta aldea y forman un paisaje genial. Caminando un dia por el pueblo vimos a una señora hilando algodón en la terraza de su casa. Al verla me acerque y aunque parezca mentira era la primera vez en mi vida que veía algo asi en directo, y fue cuando volví a pensar en cómo hemos perdido las cosas más esenciales en detrimento de la tecnología en nuestras vidas. Hemos olvidado y ya no aprendemos a como hacer las cosas más básicas, las cuales nos darían de comer, de vestir y de vivir en general, las cosas MÁS BASICAS no son luego tan fáciles como esperamos que sean, o cómo podemos creer que son. Caminamos y conocimos, y nos bañamos en el rio donde los chavales no dejaban de hacerse los machos intentando mostrar a los falang (extranjeros ) su fuerza mientras se peleaban de broma unos con otros.Y en general me enamoré de Muang La, una aldea enana, perdida en las montañas y donde todavía no han llegado los turistas masivos.
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Vista de entrada el templo de Muang La |
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Mujer tejiendo con algodon de su jardin, Toda la maquinaria hecha con madera y bambu |
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En las aguas termales |
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Al salir de clase |
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Sarah |
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Johan |