BARRA DE PESTAÑAS

8 dic 2011

8- 14 Noviembre 2011- Pushkar, Estado de Rajasthan, INDIA.

Llegamos a Ajmer, la ciudad más grande cercana a Pushkar y donde nos teníamos que bajar, Alisa, Roberto y Daniele se quedaron un poco sorprendidos por que hubiera continuado en el tren con ellos hasta ahí, pero como aquí cada uno hace lo que le apetece tampoco le dieron muchas vueltas a la idea de tenerme de compañero de viaje durante unos días más.  Al llegar a Ajmer tuvimos que coger un Rickshaw hasta la estación de autobuses para dirigirnos hacia Pushkar, alrededor de 1 hora de trayecto más.
Subiamos por las montañas y a medida que nos acercábamos a Pushkar pude comprobar que el sitio al que nos dirigíamos iba a ser mucho más de mi agrado de lo que hubiera podido ser cualquier ciudad. Naturaleza por todos lados y grandes lagos entre montañas formaban el panorama de las vistas alrededor de la carretera, sin duda este sitio iba a ser más tranquilo y despejado, algo que me llamaba más la atención que las ciudades grandes de India, como podría haber sido Jaipur.
Al llegar a Pushkar Alisa, la chica suiza, nos comentó que había oído hablar de un guest house en una zona llamada Sunset Point, al parecer no estaba en el centro del pueblo por lo que estaríamos mas tranquilos, y es la zona donde más viajeros se concentran normalmente.  Como ya os expliqué en el post anterior, es la feria de Pushkar, una de las ferias más importantes de todo Rajasthan, donde los hombres del desierto y criadores de camellos vienen a juntarse para comerciar con camellos y demás productos relacionados con la vida en el desierto.  Había oído que en época de feria Pushkar cambia por completo, de ser un pueblo tranquilo y silencioso durante el año, a ser el punto más caliente de la zona oeste de India, multiplicando su población por 10 . Aun así las calles parecían tranquilas, era pronto y todavía no se notaba el ajetreo de la feria, por lo que pudimos movernos libremente por el pueblo, buscando la zona de Sunset Point, donde estarían los hostales que conocía Alisa.
Caminamos los cuatro por los ghats, como os expliqué en el post de Varanasi, los entrantes al lago o las zonas de baño. Rápidamente se nos acercó un hombre vestido de blanco, Brahmin ( de la casta superior) para ofrecernos hacer la pooja (ofrecimiento en el lago) ya que Pushkar es también un lugar sagrado. Aceptamos hacerla todos pero sabiendo que no íbamos a pagar ni un solo duro, ya que al final estos ofrecimientos acaban siendo el reclamo turístico y la forma que tienen estos señores de sacar unos duros extras al final del dia. Cuando realizas la pooja te ponen una especia de trozo de tela a forma de pulsera que llaman el “ Pushkar Passport” y que sirve para que el resto de Brahmines de la zona sepan que no te tienen que venir a dar la lata con la pooja e intentar sacar esas rupias extras que siempre sacan a los novatos.
Como sabéis en India existe un sistema de castas impuesto a lo largo de cientos de años. El sistema básicamente sirve para diferenciar el tipo de clase de cada uno y el “oficio” de cada cual dentro de la sociedad. El termino casta viene de los portugueses del siglo XV, cuando  utilizaban términos para diferenciar la sociedad India, aunque el origen se dice que viene de cuando los Indoarios invadieron el país, y en vez de destrozar y matar a sus habitantes, les absorbieron y les dieron la posición más baja dentro de su sociedad. En lo cierto, el sistema de castas fue introducido sobre todo por las clases altas, en un intento de dividir la sociedad y evitar el movilismo social, es decir, poder mantenerse en el poder siempre, sin importar lo que hicieran.  De esa forma, los intelectuales y las clases superiores se llamaron  los Brahmines, viene a ser la casta sacerdotal y tienen como obligación dentro de la sociedad cuidar de los templos y de los monumentos importantes. Inicialmente eran la única casta que tenia acceso a la educación y fue por ello que tenían que inventarse distintos niveles de castas para poder dedicarse al 100% a la cultura, mientras otros podrían dedicarse solamente a luchar Kshatriyas, a continuar con las labores comerciales Vaishyas , o a ser la mano de obra en general de toda la estructura social Sudras.  Al comienzo las divisiones se basaban en rendimiento o en meritos personales pero poco a poco se fueron limitando al estado de nacimiento, haciendo imposible el movimiento entre castas o el matrimonio entre castas, y así poder perpetrar su propio “reinado” sobre la sociedad India. Hay que tener en cuenta que siempre los que creaban las reglas o las cambiaban eran los Brahmines, ya que eran los intelectuales que podían convencer y cambiar las leyes de por si, por lo que el sistema entero funciona a su beneplácito.  Es por ello que los Brahmines son aquellos que se acercan a ti para ofrecer las poojas, o son los que protegen y cuidan los templos y explican a los visitantes las curiosidades de cada uno de los monumentos que protegen.
Despues de un poco de clase social India, os comento que llegamos al Hostal y MILAGRO por fin un hostal enorme, amplio, con un jardín gigantesco, una zona de chill out  super apetecible y en general todos los pequeños ingredientes para que fuera un sitio que iba a ayudar a que mi experiencia en Pushkar fuera mejor aun. Es increíble lo que puede hacer cambiar la opinión sobre un sitio el sitoi donde duermes, es algo que hasta ahora he podido comprobar en cada uno de mis destinos, si el guest house es divertido y hay buen ambiente, la estancia se hace mucho más placentera y el sitio en general que se está visitando se hace más agradable. Nada mas llegar, tomarnos un Chai y poco a poco iban saliendo los demás residentes del guest house, todos sentándose en la zona de chillo ut para tomarse su chai o café de la mañana, buen sitio sin duda. Nos registramos y a tranquilizarnos. Después del viaje tan largo y el dia de locura de Delhi, necesitaba un poquito de descanso, y decidí tomarme el dia mas tranquilo. Alisa me comentó que estaba esperando a dos amigos suizos que habían salido juntos desde suiza  y que estaban viajando también por India. Venian los dos a Pushkar, cada uno desde un sitio distinto, y sería pues el lugar de encuentro de más gente aún. A lo largo del dia llegaron Florian y Raphael, los dos amigos de Alisa. Unos tios súper normales y simpaticos, y que sin duda veía que haríamos buenas migas rápido.
Ese mismo dia salimos a dar una vuelta por el pueblo para ver la feria de los camellos, teníamos que ver semejante show y semejante monton de camellos juntos. Caminamos por el paseo central, que llaman el mercado,  y que rodea el lago por un lado, el lado que está mas abarrotado de civilización y movimiento de gente.  Tan pronto como llegamos a Market street, la calle principal que os contaba, se podía notar que la famosa tranquilidad de este pueblo se había dejado paso a la locura durante 8 dias, los días que dura la feria de Pushkar. La calle LLENA de gente. De primeras pudimos ver que había mas turistas de lo normal, después de todo estábamos entrando en Rajasthan, la zona mas turística de India, y paso obligado a toda esa gente que viene durante un par de semanas a este país, haciendo los mismos tours siempre por los mismos sitios. Pushkar era uno de esos puntos calientes de paso de turistas. Pero sin  duda lo que mas me impresionó es la variedad en el tipo de Indios de la zona. Al ser zona de desierto se puede ver como el colorido de las vestimentas cambia radicalmente en relación con otras zonas de India. Las mujeres llevaban sarees super coloridos, con colores chillones y llamativos, mientras que los hombres iban todos vestidos  de blanco impoluto, portando sus lungis ( una especie de pareo que usan para el dia a dia) y siempre con un turbante super colorido, bigotes grandes, y caras desgastadas del sol y la arena, la verdadera mirada de hombres del desierto que vienen a la civilización durante unos días a intercambiar camellos con otros señores del desierto. El color del turbante y del sareetambién señala el tipo de casta, religión u oficio, por lo que os podréis imaginar la cantidad de variedades de colores que se podían ver en la calle. 
Después de caminar toda la calle del mercado llegamos a una zona de barracas y atracciones típicas de cualquier feria de pueblo en España, por un momento parecía que la famosa feria de los camellos iba a ser solamente una feria sin más, sin demasiados camellos a la vista. Todo cambió cuando caminamos por encima de una colina. Aunque ya estábamos en los últimos días de la feria, y la mayoría de ventas de camellos ya se habían realizado, había todavía mares de camellos por la zona, con sus pastores al lado bajo pequeñas cabañas refugiándose del sol. Nos acercamos a ver y comenzó de nuevo la incomodez de llevar una cámara de fotos en la mano. Muchisima gente se me acercaba preguntándome por sacarles una foto,  repitiendo de forma insistente la palabra “baksheesh” justo después de preguntarles si estaban seguros de que querían una foto. Baksheeh, por si no os acordais, es la palabra utilizada para definir el pago o soborno, por lo que en el fondo lo que querían era dinero por sacarles una foto.
La zona del Rajasthan es famosa por ser la cuna de los gitanos de India, como muchos ya sabréis los gitanos son en si una raza que comenzó en India, y que a través de sus movimientos nómadas han ido extendiéndose por todo el mundo, es por eso que los gitanos que conocemos nosotros en España son de color mas oscuro y de rasgos curiosamente parecidos a los de un indio. Os comento esto, porque tampoco sé si os acordareis de una famosa foto de una chica gitana de India, con unos ojos increíblemente verdes, que hizo la portada de National Geographic. Al parecer esta foto trajo mucho revuelo porque el fotógrafo no había pagado nada a la chica con la que había hecho millones, y la familia de esta intentó acusar al autor de ello. Ahora, para curarse en futuros desarreglos, las chicas gitanas y los habitantes del desierto, ataviados con sus trajes típicos, tan llamativos y distintos para el occidental, saben que son el foco de atención de fotógrafos de la zona, y es por ello que aprovechan para pedir dinero por cualquier instantánea en la que sean los protagonistas, instantáneas que ellos mismos piden en la mayoría de casos.
Nos acercamos a los grupos de camellos y hasta por sacarle fotos a los camellos algún pastor aprovechaba para pedirnos dinero, y por evitar conflictos no puedo enseñaros demasiadas fotos de los camellos, más que un par de ellas que algún pastor me dejó sacar de su grupo. Al volver, vimos  que había también una feria de caballos, donde pudimos ver como domaban a un caballo semi-salvaje, y le enseñaban a ser montado, cautividos por los movimientos bruscos del caballo, y el control total del jinete, nos quedamos un rato ahí observando, para irnos al hostal a ver la puesta del sol, despueés de todo estábamos en “sunset point” así que había que descubrir si el nombre hacia justicia al sitio.

 
Por lo general el resto de la estancia en Pushkar fue bastante tranquila,  debido al retraso que tenía con todo el tema del blog decidí dedicarle más tiempo del normal a actualizar todo y ponerme al dia con mis cosas para que sigáis teniendo información de mi viaje!  Y eso supuso quedarme un par de días en el hostal, tranquilo y sin moverme demasiado mas que para dar un par de paseos por el pueblo y feria. El dia 10 la feria terminó y con ella las hordas de gente desaparecieron, convirtiendo Pushkar en lo que tanto esperaba que fuera, un pueblo tranquilo y apacible, donde podría disfrutar de la gente local y de la tranquilidad normal del dia a dia. Disfruté mucho mi estancia ahí, conocimos a Anand y Jonathan,  dos chicos indios que vivian y trabajaban en Delhi. Fue gracioso estar en Pushkar con ellos porque hasta para ellos era un mundo completamente distinto, venidos de Delhi y de la zona de Assam, sus culturas y su experiencia de la India era completamente distinta, y por mucho que hablaban Hindi, a veces estaban hasta más sorprendidos que nosotros por algunas cosas que se veian en la calle. Es increíble ver como el tipo de gente de las sociedades altas indias son completos extranjeros en su propio país, y sin embargo parecen habitantes de cualquier país occidental, acercándoles más  a nosotros que a sus propios compatriotas. Aún así, siguen siendo Indios y su forma de ver la vida corresponde mucho más a la visión hinduista, y se sorprenden de igual forma de su propio país como de cosas que les contamos sobre los nuestros, sobretodo cuando se refiere a la forma de ser de los jóvenes en nuestros países, el trato entre hombres y mujeres, las constantes referencias al sexo que tenemos en nuestras culturas, o como es la vida de un joven de a pie en occidente. 
Despues de varios días en Pushkar, y haber podido disfrutar de la tranquilidad de un pueblito tal, me rellena de energias para el resto del viaje, y me calma después del ajetreo de los días anteriores, desde que salí de Varanasi, con la mini excepción de Orchha. Esta noche continúo hacia Jaisalmer, una de las ciudades más al Este de India, y a pocos kilómetros de la frontera con Pakistán, conmigo viaja Raphael, uno de los chicos suizos, mañana por la noche vendrán Alisa y Florian, para continuar con nosotros ahí. Probablemente iremos a hacer un safari por el desierto con camellos, algo que llevo pensando hacer desde que salí de España. 

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